Por Javier Rodríguez
Los números dicen una cosa, pero la percepción ciudadana dice otra: ¿por qué no hay coincidencia cuando el tema es la seguridad pública? Los delitos de alto impacto, robos y secuestros muestran una tendencia a la baja, pero la opinión de los mexicanos entorno a la inseguridad mantiene su tendencia negativa.
Por mencionar algunos números, según el estudio Semáforo Delictivo, un proyecto social elaborado por ciudadanos que promueven la rendición de cuentas y la participación ciudadana y que toma como base los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la tasa de homicidios bajó un 15% en 2014 con relación a 2013, para ubicarse en 13.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, y el secuestro se redujo en un 18%.
Los resultados coinciden con los obtenidos por la asociación Alto al Secuestro, que registró 2,818 casos de privación ilegal de la libertad, de los cuales 588 se realizaron en enero, y a partir de esa fecha, el país registró una tendencia marcada a la baja de estos incidentes.
Sin embargo, el reporte Semáforo Delictivo señala que 74% de los encuestados opina que la inseguridad ha empeorado, 20% considera que sigue igual y un 5% afirma que ha mejorado, además, la mayoría de los ciudadanos desconfían de sus autoridades municipales, estatales y federales en su compromiso con la seguridad y evalúan negativamente a jueces, policías y ministerios públicos.
“Con las políticas públicas actuales, lo que estamos atacando son los efectos, no las causas. Habría que entender porque tenemos un país tan corrupto. Confundimos democracia con buen gobierno”, dice Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo.
Roel destaca que las estrategias del gobierno están funcionando: “Se está combatiendo de manera tradicional, con fuerza policial y depuración, y es muy claro que cuando entran las fuerzas federales a zonas en conflicto, los delitos tienden a bajar, sin embargo, la mala noticia es que estos datos no empatan con la percepción de la ciudadanía”.
Para el consultor, la discordancia entre cifras y percepción ciudadana obedece a tres factores:
1.- El factor social
Jóvenes que no han recibido oportunidades de progreso y estudio, y que generalmente son reclutados por el narcomenudeo y derivan en actividades violentas y delictivas.
2.- Mal gobierno
La falta de confianza en el ministerio público, en las policías, y en los jueces, que son los peor evaluados en la encuesta. Puede ser estrechamente relacionado con la seguridad y también pueden ser malos servicios, además de la corrupción.
3.- Narcomenudeo
Para Roel, la situación actual no es culpa de Estados Unidos, sino del mercado doméstico, que deriva de una política antidrogas equivocada, y no se toma como un tema de salud. Se crea un mercado negro que está minando constantemente las instituciones, y un problema de seguridad nacional.
El semáforo ubica a Morelos, Baja California, Tamaulipas, Tabasco y Quintana Roocomo las entidades doble-rojo con 8 o más delitos en este color. Los estados con menos rojos en este mismo semáforo son Nayarit, Puebla y San Luis Potosí.
De acuerdo a esta encuesta, la población identifica a la corrupción y a la ineficacia de las autoridades como las principales causas de inseguridad.
Las carencias de la política contra la violencia
Santiago Roel considera que la estrategia del gobierno para abatir al crimen organizado es errónea, pues está basada a partir de la prohibición del consumo de drogas y el uso del Ejército y la Policía Federal en las calles del país.
“Llevamos años tratando de resolverlo por la prohibición y por la fuerza y no funciona; a veces baja, pero es con un gran costo, de la presencia del Ejército, de la policía y de ejecuciones”, agrega.
Semáforo delictivo arroja que la mayoría de los crímenes por inseguridad son originados por la lucha entre cárteles y coloca a 12 estados con color rojo, sin embargo, al eliminar del mapa las muertes relacionadas con el crimen organizado, solo el estado de Guerreroqueda en rojo, y Veracruz sería la entidad menos violenta.
“La prohibición es la peor política pública que puedes tener. La droga es cada vez más accesible, cada vez se vende a menor de edad, y no estamos protegiendo a los jóvenes de las drogas”, señala Roel.
Alto Nivel