Tepic, Nay.- Como para confirmar que México es uno de los países más peligrosos para el periodismo, según varias organizaciones internacionales, apenas inició el 2015 y ya se registró el asesinato de una exreportera de Televisa y su esposo en Nayarit, y la desaparición de otro periodista en Veracruz.
Ayer, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nayarit informó que los cuerpos de Jazmín Martínez Sánchez y su esposo Alejandro Ramírez Topete fueron localizados en el municipio de Ixtlán del Río, después de haber sido secuestrados por un grupo delincuentes de Michoacán que pedían un rescate de dos millones de pesos.
Jazmín Martínez, quien se desempeñó como reportera de Cultura y Espectáculos de Televisa Tepic, viajaba a Guadalajara, cuando fue secuestrada.
Ayer, las autoridades localizaron los cuerpos de la joven pareja, y por la tarde presentaron a dos detenidos involucrados con el asesinato, Luis Alberto Espinosa y Ramón Cruz Aguilar, ambos de 18 años de edad.
Añadieron que hay dos personas más en calidad de prófugos con los alias “El Millón” y “El Piolas”, ligados al grupo de secuestradores originarios de Michoacán.
Desaparece en Veracruz
El primer periodista mexicano desaparecido en 2015 se llama Moisés Sánchez Cerezo. Sus familiares dijeron que un grupo de hombres armados vestidos de civil entró por la fuerza a su casa en Medellín de Bravo, un municipio de 2 mil 500 habitantes en Veracruz, el viernes.
Le quitaron cámara, computadora, celular y se lo llevaron. Es fotógrafo, reportero y director de La Unión, un periódico gratuito que se distribuye en su comunidad.
La publicación es más una labor de activismo que un sustento, así que para mantener a su familia también es conductor de taxi y tiene una pequeña tienda de alimentos.
También participa en las guardias vecinales para la protección de su comunidad y ha denunciado la espiral de violencia que sufren sus habitantes. El martes de esta semana, un hombre se acercó a su casa y le dijo que “le iban a dar un susto”, cuenta uno de sus hijos. Tres días después, desapareció.
La Procuraduría veracruzana anunció este sábado que trabaja por su localización a través de un comunicado.
La desaparición de Moisés Sánchez trae a la memoria el asesinato de Gregorio Jiménez, ocurrido en febrero de 2014, que evidenció los riesgos que corren quienes se dedican a informar en Veracruz, un crimen que además permanece impune.
Diez periodistas han muerto en el estado durante el Gobierno del priista Javier Duarte, que asumió el cargo en diciembre de 2010.
Desde 2010, al menos 31 periodistas han sido asesinados en México.