Para demandar democracia, libertad, justicia y mejoras para los pueblos indígenas y campesinos de Chiapas y todo México, hace 21 años el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hizo su primera aparición pública un 1 de enero de 1994.
Su objetivo era claro: rechazar el sistema político neoliberal mexicano con sus promesas de modernización, que mantenía en la desidia a la comunidad indígena y campesina, así como establecer una democracia participativa.
El EZLN exigía la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado (Chiapas) como del país.
Pero quizá, las palabras del Subcomandante Marcos resuman mejor el objetivo de este grupo insurgente: «¿La toma del poder? No, apenas algo más difícil: un mundo nuevo”, expresó en un comunicado del 2 de febrero de 1994.
La primera lucha armada del EZLN, 1994
El día de su primera aparición pública el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) sorprendió a México y al mundo entero con una insurrección armada imprevista en el estado de Chiapas (sureste), que pasó a la historia como el Levantamiento Zapatista.
Un grupo de indígenas armados ocuparon siete cabeceras municipales de Chiapas: San Cristóbal de Las Casas, Altamirano, Las Margaritas y Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chanal.
La batalla fue implacable. La ocupación de los diversos municipios fue respondida con el envío de tropas federales, cuyo número y brutal arremetida hizo que el objetivo de los zapatistas no se cumpliera en su totalidad y tuvieron que replegarse a la selva.
Los combates, que duraron 12 días, se cobraron decenas de muertos, la gran mayoría zapatistas. Sin embargo, la batalla sirvió para que se abriera un proceso de diálogo sobre las reivindicaciones de la insurgencia que reclamaba el derecho a la tierra, vivienda, educación, salud y empleo.
El 16 de febrero inician las primeras conversaciones entre el EZLN y el gobierno federal, que terminaron con la firma en 1996 de los acuerdos de San Andrés sobre el “Derecho y Cultura Indígena”, que comprometían al Estado a reconocer a los pueblos indígenas constitucionalmente y que éstos gozaran de autonomía. Hasta la fecha los acuerdos no han sido cumplidos por el Estado mexicano.
Los diálogos también dieron pie a la fundación del Congreso Nacional Indígena (CNI) en octubre de 1996.
Declaración de la Selva Lacandona, 1994
Masacre de Acteal, 1997
Pese a la disposición del Ejército Zapatista a dialogar y dejar las armas, el Estado mexicano nunca dejó de asediarlos. Prueba de esto fue la masacre en 1997 de la comunidad de Acteal de la etnia Tzotzil, en Chiapas, por parte de paramilitares militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que asesinaron a 45 personas y tres nonatos.
Los funcionarios de los gobiernos local y federal acusados por el EZLN y organizaciones civiles de propiciar la masacre, jamás fueron inculpados.
Marcha del Color de la Tierra, 2001
Como una movilización sin precedentes en la historia de México es recordada la Marcha del Color de la Tierra, realizada en diciembre de 2001, liderada por el Ejército Zapatista.
Un millón de personas les dieron la bienvenida a los zapatistas a su llegada a Ciudad de México, entre ellos el escritor José Saramago; la activista francesa, Danielle Miterrand; el portavoz de la organización internacional Vía Campesina, José Bové; así como otras personalidades.
El 2001 también fue el año en que todos los partidos políticos de México aprobaron por unanimidad una reforma constitucional que desconoció los Acuerdos de San Andrés, haciendo así oficial el desconocimiento de los derechos y cultura indígena.
Nada volvería a ser igual desde la aprobación de esa fatídica reforma. Para el Ejército Zapatista la autonomía y la autogestión serían el siguiente paso.
Creación de Los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno, 2003
Tras la traición del gobierno al no cumplir los Acuerdos de San Andrés, el EZLN decidió ejercerla unilateralmente mediante la creación en 2003 de Los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno, que reforzaron el principio del “mandar obedeciendo”.
Desde su creación se formaron maestros y médicos zapatistas y se edificaron escuelas y clínicas. Además, se desarrolló un sistema de justicia al que acuden tanto zapatistas como otros miembros de la sociedad, por ser más eficaz que el institucional.
«La Otra Campaña»: una lucha propia, 2006
En 2006, durante las elecciones presidenciales de México, los zapatistas se embarcaron en una gira de seis meses por 32 estados, una iniciativa llamada «La Otra Campaña». El propósito era decirle partidos políticos que para construir un nuevo país no era necesario apoyar a sus candidatos, sino que emprenderían una lucha propia.
La intención de «La Otra Campaña» era escuchar al pueblo mexicano que quería una sociedad democrática y acabar con el capitalismo y el racismo.
El subcomandante Marcos “desaparece” de la escena pública, 2014
La madrugada del 25 de mayo de 2014 el Subcomandate Marcos, legendario líder del Ejército Zapatista, anunció su «desaparición». Lo hizo desde el Caracol de La Realidad, sede del gobierno autónomo zapatista en la profundidad de la Selva Lacandona. Su reemplazo sería el Subcomandante Moisés.
La intención era que los medios enfocaran más su atención en el EZLN y no en el subcomandante Marcos, cuyas poéticas palabras tuvieron fuerte repercusión en el mundo, sobre todo en la prensa nacional e internacional.
Con la salida de Marcos, el EZLN empezó a transformarse y en la actualidad continúa vigente. Su lucha por los derechos de los indígenas y campesinos no ha cesado. Muestra de esto, es su apoyo a los jóvenes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Pese a la invisibilización de los medios, el legendario Ejército Zapatista de Liberación Nacional sigue cambiando la historia de México a 21 años de su primera aparición pública.