Por Ramón Vera Salvo
- Antecedentes
El debate sobre el Salario Mínimo ha adquirido mucha resonancia últimamente.
Si bien, la discusión adquiría resonancia cada año cuando llegaba el momento de decidir el incremento a los salarios mínimos, una vez que se determinaba el incremento se olvidaba el tema. Sin embargo, desde el año pasado, la discusión comenzó a tomar otro tono y a hacerse más intensa y profunda.
Uno de los detonadores fue el conocimiento público del escandaloso sueldo mensual que gana el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (nada menos que 173 mil 476 pesos mensuales, el equivalente a 86 veces el salario mínimo mensual), además de otras percepciones como bono de “protección al salario”, pago de seguros, seguro de retiro, y “otras remuneraciones” (sea lo que sea que esto significa), que sumado al salario hacen que el dichoso (cualquiera sería dichoso con ese sueldo) funcionario se embolse 228 mil 467 pesos mensuales. Esto significa el salario de 114 personas al mes con salario mínimo.
El escándalo continuó al conocerse también que la “Comisión” gastó en el año 2013, 28 millones de pesos en la “elaboración de estudios” para determinar el incremento que se daría a los salarios mínimos para 2014.
Se gastaron 28 millones de pesos para determinar que se le incrementarían dos pesos diarios al salario mínimo. Es verdaderamente indignante y constituye una burla a los trabajadores.
En este año, la discusión se ha intensificado, más en el ánimo de sacar ganancias políticas que de verdadero interés por la situación de los trabajadores.
El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, puso el tema en los reflectores e hizo una propuesta. Por su parte el PAN, de manera oportunista ha planteado una consulta popular al respecto para un salario digno. Es claramente manifiesto que esta acción del PAN, más que un interés genuino en el tema, constituye una posición oportunista. Personeros del PRI se han manifestado por abrir una discusión al respecto, tratando de salirle al paso a una discusión que amenaza con cuestionar las políticas salariales que impulsa el gobierno, presidido por Peña Nieto.
En este contexto, presentamos algunas reflexiones sobre el tema y avanzamos una propuesta en el ánimo de contribuir a la discusión
- Algunos datos que ilustran el tema
El actual salario mínimo es de 67.29 pesos diarios en la zona A, que para estos efectos la generalizaremos como salario mínimo, lo que significa 2,108.7 pesos mensuales. De acuerdo con la encuesta de Ingreso-Gasto de los Hogares, los perceptores de ingresos por hogar son, en promedio, 2.4. Por tanto, un hogar promedio (con salario mínimo) obtiene $4,844.9 por mes.
El costo mensual por persona de la canasta alimentaria mínima es de 1,242.6 pesos mensuales por persona en zona urbana. La canasta no alimentaria (renta, transporte, educación, salud, vestimenta y otros es de 1,299.25 pesos mensuales). La suma de ambos es de 2,541.9 pesos mensuales por persona.
El promedio de personas por hogar es de 3.9. Por tanto, cada hogar necesitaría $9,909.9 mensuales para la sobrevivencia mínima.
El déficit mensual por hogar, en el caso de aquellos hogares que tienen ingresos de un salario mínimo por perceptor, es de $5,068.5. Pero como no todos los hogares tienen ingresos de un salario mínimo, decidimos construir una tabla que ilustrara sobre los ingresos mensuales promedio de los hogares, según la Encuesta de Ingreso- Gasto de los Hogares que levanta el INEGI.
La siguiente tabla se elaboró con base en el cuadro 3.3 de la Encuesta de Ingreso- Gasto de los Hogares.
Hogares | Ingreso Promedio Mensual (pesos) | Déficit Mensual (pesos) |
941,241 | 1,346 | 8,567 |
1,657,591 | 2,264 | 7,649 |
1,933,982 | 3,159 | 6,754 |
4,318,566 | 4,692 | 5,221 |
4,268,743 | 6,285 | 3,628 |
3,546,636 | 8,102 | 1,811 |
Nota: este ingreso representa el total recibido por el hogar por Remuneraciones por trabajo, Ingresos por trabajo independiente y Transferencias. Las remuneraciones por trabajo representan el 66.4%.
Del cuadro se desprende sin gran dificultad que 16.6 millones de hogares del país, presentan déficit de ingresos para cubrir las necesidades mínimas, en diferente magnitud.
¿Cómo abordar la solución al tema de los ingresos de los hogares tal que pueda cubrir, al menos, las necesidades mínimas?
Son muchas las interrogantes que surgen al plantearse una discusión sobre el tema en el contexto de una economía que se rige por la lógica capitalista como es nuestro caso.
La primera pregunta que surge es ¿será posible que un incremento a los salarios mínimos pueda solucionar el déficit que tienen actualmente los hogares en el país?. ¿De cuánto tendría que ser ese incremento?, ¿Cómo determinarlo?, ¿Qué impacto tendría en la economía?, ¿qué efecto tendría en la inflación?, ¿los empresarios estarían dispuestos a sacrificar ganancias para financiar el incremento?, ¿cómo impactaría ello en la inversión y, por tanto, en el crecimiento de la Economía y en el empleo?.
También está presente el tema de la liga que existe en muchas disposiciones legales vinculadas al salario mínimo como por ejemplo multas o diversos cobros que realizan dependencias federales, estatales y municipales. Pero esto no reviste gran problema más allá de reformar una cantidad importante de disposiciones legales.
Incluso existen interrogantes que son de carácter conceptual como por ejemplo ¿Qué entender por salario mínimo?, Es decir, requiere una definición conceptual clara y perfectamente definida de tal manera que se pueda iniciar un cálculo a partir de ella. Esta definición conceptual no es de fácil construcción. Sería materia de toda una discusión. Pero, precisamente por ello, en este trabajo recurriremos a una definición pragmática (a sabiendas de que contiene deficiencias y es criticable desde el punto de vista conceptual).
La Constitución Política de los Estados Mexicanos en el artículo 23, establece:
“…Vi. Los salarios mínimos que deberán disfrutar los trabajadores serán generales o profesionales. Los primeros regirán en las áreas geográficas que se determinen; los segundos se aplicaran en ramas determinadas de la actividad económica o en profesiones, oficios o trabajos especiales.
Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijaran considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas.
Los salarios mínimos se fijaran por una comisión nacional integrada por representantes de los trabajadores, de los patrones y del gobierno, la que podrá auxiliarse de las comisiones especiales de carácter consultivo que considere indispensables para el mejor desempeño de sus funciones.
Vii. Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad.
Viii. El salario mínimo quedará exceptuado de embargo, compensación o descuento…”
Para los efectos de nuestro planteamiento resaltamos la idea establecida en la Constitución de que el Salario Mínimo debe ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.
Esta definición constitucional obliga a establecer en términos específicos qué se entiende por satisfacer las necesidades de un jefe de familia. Al definir las necesidades de un jefe de familia, nosotros entenderemos por ello las necesidades de un hogar. Sea cual sea la definición de hogar.
Tenemos, entonces, en primer lugar, que la Constitución estaría definiendo que la cantidad remunerativa en líquido (es decir, pesos, no en especie), debería ser suficiente para adquirir todo lo necesario para cubrir las necesidades de un hogar en cuanto a alimentación, vestido, lugar donde vivir, educación de los hijos (ello incluye transporte, útiles escolares, etc.), esparcimiento y acceso a la cultura.
Desde esta definición constitucional, podríamos asumir que el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria que calcula la CONEVAL, estaría cumpliendo con lo establecido por el artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Insisto, tanto la definición de Salario Mínimo, como la que hace la Constitución y la metodología de la CONEVAL son susceptibles de una amplia discusión teórica. Por pensamos que en lugar de enfrascarnos en dicha discusión (que llevaría mucho tiempo y en la que seguramente no llegaríamos a acuerdo, por el referente teórico que estaría detrás de cada planteamiento), es preferible, en aras de “solucionar” el tema, avanzar propuestas. Por tanto, damos por aceptable el cálculo que hace la CONEVAL como referente de lo que podría llamarse Salario Mínimo.
Hasta ahora, la única propuesta pública presentada es la que exhibió el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, en la que se propone aumentar el salario mínimo a 82.86 pesos diarios en el 2015 y ajustarla gradualmente hasta llegar a 171 pesos diarios. No se especifica en cuánto tiempo se llegaría a los 171 pesos diarios.
No se ha podido acceder al documento que respalda la propuesta de Mancera. Por tanto, no es posible pronunciarse sobre el método que se utilizó para llegar a ese cálculo.
De acuerdo con los cálculos presentados en párrafos anteriores y según las cifras del CONEVAL, un hogar promedio en el país (3.9 habitantes por hogar) obtiene un ingreso promedio de $4,844.9 por mes (ganando el salario mínimo). El costo de la canasta ponderada alimentaria y no alimentaria establecido por CONEVAL en agosto de 2014 es de 2,541.9 pesos mensuales por persona. Por tanto, de $9,909.9 mensuales para la sobrevivencia mínima por hogar.
La propuesta de Mancera para 2015, llevaría el ingreso mensual por hogar (ganando el salario mínimo) a $5,965.92. El déficit se reduciría a $3,943.98 mensuales.
Al llegar al ajuste de los 171 pesos diarios, se obtendría un “superávit” de $2,402.1 mensuales por hogar que solamente obtiene ingresos de salario mínimo. Es decir, apenas habría rebasado el nivel de sobrevivencia. Falta saber en cuántos años se realizaría el ajuste y en cuánto se habría incrementado la canasta alimentaria básica y la no alimentaria en esos mismos años.
Actualmente, para cubrir las necesidades mínimas (cálculo CONEVAL) un hogar necesitaría ingresos por $9,909 como señalamos líneas arriba. Si el promedio de integrantes del hogar que perciben ingresos es de 2.4 personas, entonces cada persona debería aportar al ingreso del hogar $4,129. Esto significa que el salario mínimo que tendría que percibir para realizar dicho aporte debería ser de $137.6.
Este cálculo, el más sencillo posible, implica que se tendría que incrementar el actual salario mínimo en $70.3. Esto el día de hoy. Pero como los componentes de la canasta suben de precio sería necesario calcular su incremento anual para recalcular el diferencial que hemos señalado. Planteo esto porque es difícil pensar en un incremento de 70 pesos de manera inmediata. El costo sería grande.
HOGARES | DEFICT MENSUAL | DIFERENCIA A CUBRIR (Miles de pesos) |
941,241 | 8,567 | 8,063,611 |
1,657,591 | 7,649 | 12,679,982 |
1,933,982 | 6,754 | 13,062,236 |
4,318,566 | 5,221 | 22,547,410 |
4,268,743 | 3,628 | 15,486,844 |
3,546,636 | 1,811 | 6,422,892 |
16,666,759 | 33,630 | 78,262,975 |
De acuerdo con los cálculos presentados en el cuadro anterior y determinando el déficit mensual para cada grupo de hogar y el total, se llega a la cantidad de 78,262 millones de pesos mensuales que se requerirían para incrementar el salario mínimo a 137 pesos que sería lo necesario para que cada hogar reciba el ingreso suficiente para cubrir las necesidades calculadas por la CONEVAL.
Dado que el 66.4% representan las remuneraciones por trabajo, el total de incremento a los salarios mínimos se reduce de 78,262 millones a 51,653 millones de pesos mensuales (619,836 millones anuales), lo que significa un 19.45% de los ingresos totales anuales percibidos por los trabajadores por concepto de remuneración del trabajo. Esto no quiere decir que aumentando un 19,45% los salarios mínimos se alcanzan a satisfacer las necesidades mínimas. Sólo es la medición del impacto que tendría en la masa salarial.
Un incremento de los Salarios Mínimos de esta magnitud impacta también en la recaudación de ISR a cargo de los trabajadores. Por supuesto que dicha tasa impositiva tendría que ser pequeña porque de otro modo pulverizaría el incremento mismo. También tendría impacto en la recaudación de IVA. Pero una mayor masa salarial tiene a su vez un impacto en el consumo, ya que todo ese incremento sería gastado por los hogares. Ello significa más ventas para las empresas y los servicios, por una cantidad de casi 620 mil millones de pesos anuales.
De cualquier manera, es claro que un incremento de esa magnitud es muy difícil de lograr de una sola vez por los efectos que tendría en la economía.
Por eso, se propone que los aumentos se vayan dando gradualmente hasta llegar, en un plazo de 5 años, a una cantidad que permita a toda la población trabajadora acceder a un salario que satisfaga sus necesidades mínimas.
Tomando en consideración que el mínimo calculado párrafos atrás es de 137 pesos diarios y considerando una inflación anual de 4%, hacia el final del quinto año el salario debería ser de 164.2 pesos diarios. Para ello propongo la siguiente tabla:
Año | Salario Mínimo |
2015 | 86.6 |
2016 | 106.0 |
2017 | 125.4 |
2018 | 144.8 |
2019 | 164.2 |