D.f, Mex.- Solo en la capital de México más de 1.200 oficiales de Policía fueron destituidos el año pasado por cometer diversos delitos. La nula confianza en la Policía lleva a los ciudadanos a idear sistemas alternativos para protegerse de la violencia.
Un conductor de taxi de D.F. que prefirió permanecer en el anonimato dijo que lo acusaron falsamente de robo tras una pelea con un oficial que estaba fuera de servicio. «Cuando llegamos al ministerio [público], y sin mediar palabra, sin decirme nada: ‘¿sabes qué? tu bronca está cargada y si quieres salirte de aquí, presta 22.000 pesos'», cuenta el taxista.
No accedió a pagar lo que le pedían y asegura que eso le salió caro: dos meses en prisión y 75.000 pesos, unos 5.500 dólares, que desembolsó para recibir comida y seguridad en el tiempo que estuvo interno.
Los habitantes de la capital mexicana también se quejan de la falta de eficiencia de los policías que patrullan la ciudad. «Efectivamente, falta personal, faltan patrullas… hay pocas patrullas para la zona y pocos elementos», dijo un hombre que discutía en la calle con un oficial sobre la poca presencia policial en su barrio.
Como solución alternativa a la falta de seguridad por ausencia de efectivos las comunidades más pudientes instalan cámaras de seguridad y verjas pagadas de sus propios bolsillos. Algunos incluso contratan patrullas privadas.
Pero el secretario de Seguridad Pública de la capital no solo se desentiende del problema, sino que culpa a los ciudadanos de la inseguridad. «Podríamos tener miles y miles de policías, pero si el comportamiento ciudadano no es acorde a las legislaciones, aun así sería muy complicado», aseguró Almeida. El funcionario señaló que en el último año los delitos en la capital mexicana han disminuido casi un 16%. Pero, a juzgar por los comentarios de los ciudadanos, las estadísticas no siempre lo son todo.