Enrique Peña Nieto, dijo el martes que grupos que buscan desestabilizar al país y atentar contra su proyecto de Gobierno podrían estar detrás de las protestas violentas por la desaparición y posible masacre de 43 estudiantes de magisterio.
Desde hace semanas, decenas de miles de personas en varios puntos del país han salido a marchar indignados por el secuestro de los jóvenes a fines de septiembre, por parte de policías coludidos con criminales, que se presume fueron asesinados y luego quemados en una hoguera en el estado Guerrero en el sur del país.
Algunas protestas, a las que se han unido maestros de educación pública sindicalizados, han terminado en hechos de violencia como incendios de oficinas de Gobierno y de sedes de partidos políticos, así como saqueos de tiendas de centros comerciales, especialmente en Guerrero y Oaxaca.
«Hemos advertido los movimientos de violencia que, al amparo y al escudo de esta pena, pretenden hacer valer protestas, protestas que a veces no está claro su objetivo, pareciera que respondieran a un interés de generar desestabilización, de generar desorden social y sobre todo de atentar contra el proyecto de nación que hemos venido impulsando», dijo Peña.
El mandatario, quien se encuentra bajo mucha presión local e internacional por el caso de los estudiantes, en su mayoría hijos de campesinos, dijo que pese a lo ocurrido su Gobierno continuará con su plataforma de reformas económicas estructurales que lanzó hace dos años cuando llegó al poder.
«No nos vamos a detener, pareciera que algunas voces unidas a esta violencia y a esta protesta, algunas de ellas fueran aquellas que no comparten este proyecto de nación», dijo el mandatario, quien defendió su gira que lo llevó a China y a Australia la semana pasada.
Por otro lado, el presidente y su esposa han sido duramente criticados luego que el sitio de internet Aristegui Noticias publicó un reporte sobre que ambos son propietarios de una lujosa mansión construida por la empresa Ingeniería Inmobiliaria del Centro, parte de Grupo Higa, que ganó decenas de licitaciones cuando Peña era gobernador en el Estado de México.
Peña dijo que la propiedad es de su esposa, la actriz Angélica Rivera, quien la compró con su trabajo y que ella misma explicará en los próximos días cómo fue la adquisición.
«Este no es un tema que atente contra el Gobierno, es un tema que pone en señalamiento al presidente de la República y a su familia (…) No permitiré que este tema, que este señalamiento, ponga en duda la confianza que la mayoría de los mexicanos me ha confiado», dijo en un acto público televisado en el Estado de México.