D.F, Mex.- Al advertir que el proyecto de Reglamento de Radio y Televisión en Materia Electoral que será puesto a consideración este miércoles del Consejo General del INE para adecuarlo a la reciente reforma electoral, constituye una auténtica regresión, el consejero del poder legislativo del PAN ante el colegiado, Javier Corral Jurado recriminó que en la redacción “no sólo no avanzó con relación al actual, sino que retrocede y constituye una abdicación ante la presión de las Televisoras».
En un comunicado de prensa, difundido desde sus oficinas en el INE, el legislador federal por el estado de Chihuahua, afirmó que dicho reglamento pretende burlar la Constitución de la obligación que tienen los concesionarios de radiodifusión de transmitir los mensajes propagandísticos de los partidos y los candidatos «en cada estación de radio y en cada canal de televisión», claramente estipulada en el artículo 41 para transmitir los 48 minutos diarios de manera individual.
El reglamento plantea, fruto de las presiones de Televisa y del sometimiento de algunos consejeros, -de los que no dio nombres- exentar a las televisoras de realizar los bloqueos en cada una de las estaciones repetidoras de sus señales nacionales pretextando impedimentos técnicos que antes no existían para los partidos, cuando éstos compraban la propaganda, y que actualmente realizan con otros clientes cuando se trata de publicidad comercial.
Aseguró que el proyecto a discutirse y aprobarse en su caso, contempla una ilegal figura de «bloqueo estatal», que entraña una contradicción con el argumento técnico ofrecido.
«En el INE continúa la regresión, pues este tema se suma a la amañada integración de los OPLES, en la que el grupo de consejeros impulsados por el PRI y encabezados por Marco Antonio Baños, afectó seriamente el valor de la imparcialidad que deben guardar las autoridades electorales; siguió la aprobación del monitoreo de medios de comunicación que excluyó los programas de debate, análisis y opinión, y ahora el reglamento de radio y tv que constituye un nuevo golpe al modelo de comunicación política».
MVS