Chilpancingo, Mex.- Según instancias estatales, normalistas y maestros guerrerenses, tomaron las oficinas estatales del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y las incendiaron, como parte de sus acciones de protesta para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado.
Después de esto, se enfrentaron con policías estatales, una riña que derivó en personas heridas.Los hechos comenzaron alrededor de las 12:00 horas (local), informó la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Chilpancingo, capital de Guerrero.
A esa hora, los normalistas y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) llegaron al edificio, tomaron el control del lugar y, tras permitir la salida de los trabajadores, prendieron fuego a las instalaciones.
Tras el ataque a las oficinas estatales del PRI, los normalistas y maestros de la CETEG se enfrentaron con palos y piedras con el grupo antimotines de la policía estatal. En dicho enfrentamiento al menos cinco personas resultaron heridas con diversas contusiones.
Entre los heridos hay al menos tres elementos de la policía estatal y dos periodistas, un fotógrafo y un camarógrafo, confirmó la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.
La riña terminó alrededor de las 13:15 horas y también derivó en daños a oficinas de la Secretaría de Protección Civil estatal, según personal de dicha dependencia.
En ese contexto, la CETEG acusa a la policía estatal de haber detenido a tres profesores, aunque la corporación no confirmó este señalamiento.
Los hechos ocurren un día después de que normalistas, profesores y familiares de los jóvenes de Ayotzinapa marcharan y tomaran por tres horas el aeropuerto de Acapulco.
Los manifestantes afirman que con estas acciones buscan expresar su descontento con las autoridades por el caso de los estudiantes desaparecidos.
El viernes, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que sus investigaciones apuntan a que fueron asesinados y quemados. Sin embargo, la PGR reconoce que aún debe identificar los restos que ha encontrado, mientras las familias rechazan las versiones oficiales y exigen mantener la búsqueda de los jóvenes desaparecidos.