Yaundé, Cam.- Veintisiete chinos y cameruneses secuestrados en mayo y julio en el norte de Camerún durante ataques atribuidos a los islamistas nigerianos deBoko Haram fueron liberados el viernes por la noche.
«Los 27 rehenes secuestrados el 16 de mayo en Waza (extremo norte de Camerún) y el 27 de julio en Kolofata fueron entregados por la noche a las autoridades camerunesas», ha anunciado este sábado el presidente Paul Biya en un comunicado leído el sábado por la mañana en la radio pública.
«Los 10 ciudadanos chinos, la esposa del viceprimer ministro (camerunés) Amadou Ali, el lamido (jefe local) de Kolofata y los otros miembros de su familia secuestrados junto con ellos se encuentran sanos y salvos», asegura.
Los chinos han llegado este sábado al aeropuerto de Yaundé a bordo de un avión militar, ha constatado la AFP.
Las autoridades de Yaundé, como ha ocurrido con otros secuestros atribuidos a Boko Haram, no han dado explicaciones sobre las circunstancias de la liberación de los 27 rehenes.
A mediados de mayo unos hombres armados llevaron a cabo un ataque contra un campamento de obreros chinos en Waza, en el que mataron a un militar camerunés y secuestraron a diez chinos.
Las autoridades camerunesas atribuyeron el secuestro a Boko Haram, un movimiento que desde 2009 lleva a cabo una insurrección en el norte de Nigeria, un país vecino.
A finales de julio, hubo dos ataques simultáneos, también atribuidos a Boko Haram.
Uno tuvo como blanco la residencia local del viceprimer ministro encargado de las relaciones con el parlamento, Amadou Ali, cuya esposa fue secuestrada, y otro apuntó al Palacio del Sultán de Kolofata, Seiny Boukar Lamine, que también fue retenido junto con su mujer y sus cinco hijos.
Al menos 15 personas murieron en esos ataques.
Desde hace varios meses, Boko Haram ha intensificado las incursiones armadas en Camerún, obligando al gobierno a desplegar refuerzos militares, incluso aviones de combate, en el extremo norte del país.
El 7 de octubre, Nigeria, Camerún, Chad y Níger decidieron desplegar una fuerza regional de 700 efectivos para combatir a Boko Haram antes de finales de noviembre.
La guerra entre estos insurgentes y las fuerzas de seguridad nigerianas ha causado más de 10.000 muertos en cinco años y más de 700.000 desplazados, de los cuales 100.000 se han refugiado en el este de Níger, en una zona árida y sujeta a crisis alimentarias recurrentes.
Miles de nigerianos han huido al norte de Camerún por miedo a las atrocidades cometidas por Boko Haram y otros muchos cameruneses se han ido de los pueblos fronterizos hacia el interior del país.