Iguala, Mex.- Marcos es un estudiante de la Escuela Normal Rural ‘Isidro Burgos’ de Ayotzinapa. Él y otros alumnos vivieron el infierno de la matanza y secuestro de muchos de sus compañeros el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
El estudiante niega que haya habido provocación a los policías, que los estudiantes tengan algún tipo de relación con armas o la delincuencia organizada y asegura que sus compañeros desaparecidos iban todos vivos y conscientes.
“Ya no nos subieron a las patrullas porque ya no cabíamos”, declaró. Él estuvo allí, vivió en su propia carne la barbarie injustificada, según su propia apreciación.
Y por eso, ayer miles de mexicanos salieron a las calles en decenas de ciudades –incluyendo Saltillo- para exigir justicia, 12 días después de la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala, donde la Gendarmería continúa su búsqueda.
“Esta marcha está organizada para exigir que las autoridades federales y regionales nos devuelvan a nuestros hijos vivos “, dijo Manuel Martínez, portavoz de los padres de los estudiantes.
En la Ciudad de México, miles marcharon del Paseo de la Reforma al Zócalo. Ahí, el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas fue agredido al término de la marcha.
También sumaron su apoyo desde fuera de México: Alemania, EU, Argentina y España.
Días para olvidar
26 de septiembre
Desaparecen en Iguala 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
30 de septiembre
Alcalde de Iguala pide licencia tras desapariciones.
5 de octubre
La Fiscalía General localiza 28 cuerpos calcinados en seis fosas; presumen sean estudiantes.
La FGE responsabiliza a la Policía Municipal y al cártel Guerreros Unidos. Detiene a 26 personas.
7 octubre
La OEA, EU y la Unión Europea condenan los hechos.
El Cisen vincula a Alcalde de Iguala con el cártel de los Beltrán Leyva.