Buenos Aires, Arg.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, denunció intentos de desestabilización «desde adentro y desde afuera» con la intención de «tirar abajo la exitosa reestructuración de deuda» y «licuar los salarios».
Así lo expresó la mandataria la noche de ayer martes en un discurso ofrecido desde la Casa Rosada, en el cual con sus duras aseveraciones sugirió que podría sufrir un golpe de Estado de parte de Estados Unidos.
“Si me pasa algo que nadie mire hacia el oriente, miren hacia el norte», dijo Fernández al aludir a las supuestas amenazas que le habría lanzado el Estado Islámico y al gobierno de EU.
La gobernante alertó que el verdadero propósito de los buitres es “tirar abajo la exitosa reestructuración de la deuda”.
En este sentido, Cristina Fernández no descartó que la justicia estadounidense quiera “aplicar sanciones a nuestro país y detenerme durante su próximo viaje”.
Asimismo, consideró que la carta de Estados Unidos alertando a los estadounidenses sobre la inseguridad en Argentina es “una provocación”.
La mandataria denunció “un movimiento de pinzas” entre los exportadores, los empresarios y algunos bancos. A los hombres de negocio los acusó de querer “licuar” los salarios de los trabajadores, a través de una devaluación y a los bancos por especular con “contado con liqui”.
Cristina Fernández advirtió sobre la coincidencia de estos comportamientos con las presiones de los buitres y las acciones del gobierno estadounidense.