Zacatecas, Zac.- Como una novedad para la cultura cubana fue calificado el libro “Cuerdas Frotadas en Cuba”, Medio Siglo de Creación”, de las investigadoras Mara Lioba Juan Carbajal y Dargen Tania Juan Carbajal, de manera respectiva docentes de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE), de Cuba.
En el acto, realizado en la Ciudadela del Arte, estuvieron presentes: las autoras, el Coordinador del Área de Arte y Cultura de la UAZ Alfonso Vázquez Sosa, y José Loyola Fernández, catedrático de la Universidad de las Artes de la Habana, Cuba. De esta última institución también, estuvo como comentarista Norma Gálvez Periut, integrante del Departamento de Filosofía y Estética del Instituto Superior de Arte.
Al afirmar que el texto pone a disposición del lector valiosa información, Gálvez Periut dijo que el trabajo se basa en las obras de los músicos cubanos Roberto Valera, Guido López-Gávilan, Jorge López Marín, Juan Piñera y Leo Brouwer. Además, se complementa con la discografía que estos compositores han legado a la cultura musical universal y se enriquece con un catálogo mínimo de obras cubanas para pequeños formatos y conciertos solistas para cuerdas frotadas, de compositores de la primera mitad del siglo XX.
Señaló que el libro es, en un primer término, una novedad para la cultura cubana; después para los estudios musicológicos de autores contemporáneos, que aún viven y residen en Cuba. Pero que, aparte, tienen una obra musical respetable en cuanto al número y la calidad para el músico con especialidad en las cuerdas.
La comentarista subrayó que es la primera vez que se hace un estudio sobre esta temática: “No ha habido una investigación que recopile los matices y que, al mismo tiempo, garantice una memoria histórica sobre la cual se pueda partir para buscar nuevos elementos”. Por este motivo –afirmó– tiene un importante valor histórico, ya que el lector podrá trazar una línea donde podrá dejar sentados elementos importantes de carácter teórico que otros puedan seguir desarrollando.
De igual modo, le da valor la base metodológica con la que el libro fue redactado, pues aborda la obra de los autores, mucho más intensa, y decantada también otras obras y otros instrumentos de los mismos compositores.
En su intervención, Vázquez Sosa coincidió con Norma Gálvez, al considerar la importancia de la investigación “en la que las autoras pusieron alma, corazón y vida”. Fueron más allá –prosiguió– al dejar un libro para la posteridad: Investigaron una línea del tiempo sobre personas que viven su obra día a día, componiendo y dejando su obra musical para la posteridad, y que son vanguardistas en sus composiciones, cuyos inicios de la cuerdas frotadas datan del siglo XIX. Ésta –concluyó– fue la razón por la que los compositores transformaron sus composiciones con respecto los músicos del siglo decimonónico.