CdMx.- Felipe Zataráin Mendoza, subdirector general de Agua Potable de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que el proyecto de la presa Milpillas en Zacatecas está a punto de comenzar su proceso de licitación.
Esta obra, una de las 17 contempladas en la Estrategia Nacional Hídrica, solo espera la resolución de algunos detalles técnicos y de socialización antes de su arranque. El subdirector subrayó que, además de la construcción de la presa, se llevarán a cabo obras complementarias para asegurar el suministro en el municipio de Jiménez del Teul y promover el desarrollo local.
El proyecto de la presa Milpillas representa una inversión de 8 mil 900 millones de pesos, con una asignación inicial de 350 millones para el año en curso. Su objetivo principal es proveer 1,300 litros por segundo de agua a 514 mil habitantes, con una fecha de conclusión prevista para el año 2028.
A pesar de sus metas, el proyecto ha enfrentado una fuerte oposición. Diversas agrupaciones de ejidos y comunidades, como la Red Mexicana de Afectados por la Minería y el Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas, han expresado su rechazo. Los manifestantes argumentan que la presa causará el desplazamiento de las comunidades y que el proyecto es inviable, representando una clara violación a los derechos humanos y agrarios.
El subdirector de Conagua aprovechó la ocasión para detallar el amplio portafolio de proyectos hídricos del gobierno federal. Entre las obras que ya están en marcha se encuentran la segunda línea del Acueducto Guadalupe Victoria en Tamaulipas, el proyecto de Agua para Colima, el Acueducto Solís–León en Guanajuato y las obras de protección contra inundaciones en Tabasco, entre otros.
Además de los proyectos en curso, se anunciaron las próximas obras a iniciar, como el Acuaférico Campeche y la Presa Tunal II en Durango. Estos proyectos se suman a una lista de licitaciones importantes que incluyen la Presa El Novillo en Baja California Sur, la Presa Margarita Maza de Juárez, la desaladora de Rosarito, el proyecto Agua para San Luis Potosí y el Sistema de Presas para Hermosillo, además de la ya mencionada presa Milpillas.
Este conjunto de iniciativas subraya el compromiso de la administración de Claudia Sheinbaum con la seguridad hídrica del país, enfrentando desafíos históricos y de infraestructura. La desprivatización del agua y la inversión en megaproyectos como Milpillas marcan una nueva dirección en la gestión de este recurso vital.
Sin embargo, las críticas sobre la viabilidad de la presa Milpillas y el posible desplazamiento de comunidades son un recordatorio de que los proyectos de infraestructura a gran escala a menudo implican un equilibrio delicado entre el progreso y los derechos de las poblaciones locales. El gobierno deberá abordar estas preocupaciones con transparencia y diálogo para asegurar el éxito y la legitimidad de sus planes.