Por Andrés Vera Díaz
No, no nos hemos olvidado de la pretensión de Miguel Varela para eximirse de responsabilidades jurídicas o de aportar lo correspondiente a los convenios de seguridad con el estado, este tema lo trataremos el próximo viernes.
En esta ocasión, la coyuntura se impone ante la importancia de la visita a Zacatecas de Luisa María Alcalde, lideresa nacional de Morena. Cargada de mensajes duales, atajó de preguntas capciosas pero la evasión de otras incómodas, la ex secretaria de Gobernación no emitió ninguna preferencia pre electoral, sería un grave error, pero definitivamente cerró las puertas a Saúl Monreal, aunque no signifique que el senador no se integre en la baraja de posibilidades a la sucesión en 2027.
Singularmente hubo cuestionamientos dirigidos en la rueda de prensa -con selección específica de emisores-, con la intención de que Luisa emitiera señales preferentes. Sin embargo, tanto a l@s senador@s presentes como a los ausentes, el mensaje se extendió. Nada para nadie. La paridad de género dependerá de los resultados de las encuestas y sobre la equidad en las 17 gubernaturas en las que habrá elecciones dentro de dos años. La declaración evade endosar una señal entre líneas sobre la aspiración de Verónica Díaz Robles.
Pero al mismo tiempo, se le cuestionó a la dirigente acerca de las respectivas de Saúl Monreal. Fue tajante, el senador no podrá competir por Morena dado los estatutos reformados que impiden aplicar nepotismo en la sucesión de cargos de elección popular. Pese a la discusión que en el marco de la reforma constitucional en la materia que debió entrar en vigor para 2027, pero gracias a la operación del Verde, Ricardo Monreal y Adán Augusto, se relegara hasta 2030, no cierra las puertas unilateralmente a Saúl.

Morena estableció que tampoco se podrá proponer a candidat@ en coalición, es decir, en aquellos lugares en los que Morena vaya en alianza con Verde y PT, o solamente con alguno de éstos, también se impide su postulación; sin embargo, el antecedente que enmarcó el partido del Tucán para permitir que en San Luis Potosí, se heredase la posibilidad de que la esposa del actual gobernador lo suceda, desliza una posibilidad que se extendería en otras demarcaciones, como podría ser el caso Zacatecas.
Luisa María trata de atajar una posible pérdida del estado. Mostró una pancarta con una encuesta hecha por el diario El Heraldo a inicios del mes de julio; sin embargo, la misma demuestra que una coalición PRI-PAN rebasaría porcentualmente al partido guinda. En conjunto con Verde y PT, Morena obtendría 35 puntos, prácticamente en un empate técnico. Sin embargo, la encuesta no refleja tampoco el porcentaje de votación obtenido por el partido de la estrella en 2024, con más de 11 puntos.

Así, pese a la presunción, Luis María sabe que la ruptura promovería un gran peligro -según la encuesta- para que Morena retenga el gobierno estatal. De tal forma, ante el cuestionamiento de la política de alianzas, Luis María expresó que le gustaría renovar la alianza, sobre todo porque los partidos coaligados han permitido el paso de las reformas constitucionales. Lo curioso y contradictorio, es que lo dijo frente a Rubén Flores, presidente del Consejo Estatal -quien escuchaba entre muecas-, principal gestor por órdenes explícitas de su grupo político, para romper con la perene justificación de una numerología infame, desplazar al PT en la ulterior elección.

Entonces, ¿es un mensaje de reconstrucción?, pero así nada más, ¿sin señales firmes o claras?. En todo caso, ¿cómo el grupo conocido coloquialmente como “La Secta” podrá restablecer relaciones ante permanentes y sistemáticos agravios?. Para el PT ha llegado el momento de cobrar la factura y el escenario se pone muy a la medida.
La posibilidad de que PT y Verde vayan juntos, o en todo caso el partido rojo de manera unitaria, bajo la tutela de Saúl en caso de siglar hombre, o la senadora Bañuelos en caso de fémina, no solamente acarrearía una singular votación de los “desplazados” por “La Secta”, sino la atracción de la estructura “saulista”, provocando aún más, el peligro latente de que Morena no retenga el gobierno estatal.
La palestra entonces, se coloca con dados cargados para el PT, que deberá entonces ahora, presentar las condiciones para la hipotética postulación de Saúl. Al interior del partido no ven con malos ojos tal escenario, pues la atracción de sufragios evidentemente producirá más escaños en la Legislatura próxima, alcaldías y regidurías. El problema esencial, es si el hecho pudiera tener sustento en el marco de la coordinación de Ricardo Monreal en la bancada morenista, y como es que se deslizaría el apoyo con matices.
Ahora bien, la presidenta Sheinbaum tiene gran aprobación en Zacatecas, pese a los tibios intentos de deslegitimarla. De las Heras, una de las casas encuestadoras de mayor prestigio en el país, en su demoscopía de febrero, indica que la mandataria tiene un 71 por ciento de aceptación, contrastando de manera enorme con David, que alcanza apenas 25 puntos a favor pero con un escandaloso rechazo de 60 por ciento.

A colación el dato, porque en caso de que ella pudiera ir emitiendo señales a favor de algún aspirante, sin duda quedaría claro quien representa el proyecto de la 4T en su segundo piso, y ojo, porque en esta hipótesis, es Alfonso Ramírez Cuellar quien se coloca en el tablero y sin supeditarse a nadie en Zacatecas.
Por otro lado, Ulises Mejía se coloca hasta el momento, como el mejor posicionado en casi todas las encuestas de mediana credibilidad, excepto por supuesto la de Massive Caller. La promoción de dicha casa por parte de sus huestes, indica síntomas de desesperación tempranera por imponer la percepción, por lo que debería tener cuidado con la emisión de mensajes.
Pero, y entre tanto padecemos y padeceremos una encuestitis severa hasta julio del 2027, existe disparidades en el andamiaje político – electoral de Morena. Saúl es senador por ese partido, pese a la prohibición de nepotismo, ¿qué pasaría si él gana la encuesta? Bajo la rigidez estatutaria, se le impide pues participar en Morena, pero eso delegaría la doble responsabilidad de colocar a un candidato que le compita al senador, si es que finalmente Saúl va por otro partido. Entonces, las campañas electorales se convertirían en un campo de batalla donde los partidos aliados en lo federal pero desplazados en lo local, competirían entre sí personificando sus intereses.
A Saúl no le será difícil imponer su agenda. Su desmarque de La Secta y de David ha sido manifiesto y eso, pese a competir contra Morena, le otorga plusvalía automática.
En fin, que está demasiado interesante el devenir rumbo al 2027, dónde no hay descartados pero si muchos aspirantes. Lo cierto es que el terreno está más terso que antes para que tanto Saúl como el PT, e inclusive el Verde, condicionen su permanencia con las pruebas innegables de un relegamiento forzado. Al tiempo.















