Por Andrés Vera Díaz
Hace ya algunos días y luego del intento fallido de Ricardo Monreal de impulsar a su hija a la dirigencia de Morena en Aguascalientes, Catalina Monreal emprendió una campaña mediática para buscar el cargo pero en Zacatecas.
Con un pasado ligado a los cochupos, conflictos de interés y hasta el propio marido (actual regidor de la capital) que se integraba en la nómina de otra entidad federativa, la pupila pretende imponerse bajo un esquema de percepción entre la militancia acompañada por entrevistas con el mismo estilo de David Monreal y gestionadas desde la propia superdelegación bajo la complicidad de la tía política.
Sin trayectoria desde las bases que sustente la intención de convertirse en la protagonista de la negociación de candidaturas afines, Catalina ha tenido en su haber cargos públicos gracias al impulso del padre, como en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ostentaba la gerencia de la Coordinación General de Recursos Humanos del Infonavit y tenía un sueldo de 85 mil pesos, sin embargo diversos medios de comunicación afirmaban que cobraba 200 mil pesos mensuales.
Tras un escándalo en el que se exhibió una liquidación de 1.2 millónes de pesos por el fugaz paso en la dependencia, Catalina mandó una carta dirigida al director del Infonavit, , David Penchina Grub, en la que argumentaba devolvía el cheque, , debido a que “es necesario que se aclare la situación en la que por razones políticas, ajenas a mi persona, me vi envuelta. Tengo la convicción de que así será”.
Sin embargo, su renuncia al Infonavit fue luego de revelarse en medios de comunicación su presunta relación con un grupo de empresarios gasolinero. De acuerdo con una investigación de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), firmada por la periodista Dulce Ramos y publicada en su sitio de internet, los arquitectos zacatecanos Rubén Ledezma Somohano y Flavio Mayorga Hernández, amigos desde la preparatoria en el Tecnológico de Monterrey, campus Zacatecas de la hija de Monreal Ávila, obtuvieron más contratos en la Delegación Cuauhtémoc cuando su padre era el mandamás de esa demarcación en la Ciudad de México.
MCCI reveló que amigos de la hija del jefe delegacional recibieron seis contratos por 20.2 millones de pesos, incluido uno de 14.9 millones de pesos por adjudicación directa para abastecer a la delegación Cuauhtémoc de diversos materiales, incluido equipamiento para oficinas.
Tras la publicación de ese reportaje, la delegación hizo públicos contratos que anteriormente se habían retirado de la plataforma de transparencia que la delegación lanzó en junio del 2016
Otra investigación arrojó que como servidora pública, Monreal Pérez habría recibido privilegios como sueldos exorbitantes e inmunidad cuando invirtió en un hotel en una zona prohibida de la demarcación entonces gobernada por su padre.
Una casa de nueve millones de pesos en Coyoacán, una empresa constructora en Guadalajara y un sueldo como gerente del INFONAVIT gordo, convierten a Catalina en una mujer sin probidad moral que ha sacado provecho de los cargos públicos que ha ejercido.
Como sustento de su dicho, son varias las publicaciones periodísticas que se han compilado con pesquisas hechas por asociaciones como Mexicanos Contra la Corrupción, medios de circulación como el periódico El Universal, Animal Político y Proceso.
Precisamente un reportaje de Animal Política destacaba que desde que el exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, asumió como jefe de la delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México, el 1 de octubre del 2015, por lo menos cuatro empresas zacatecanas y cuatro personas de ese mismo estado obtuvieron 14 contratos de obras y/o proveeduría de recursos materiales y servicios.
Solo una de esas empresas tenía experiencia en obra pública en la capital y, de las personas físicas que resultaron beneficiadas, dos son amigos de Catalina Monreal, la hija del delegado, y tampoco habían sido contratistas en la Ciudad de México.
El total de los contratos asignados a zacatecanos en ese tiempo fue de 266 millones de pesos y fueron otorgados entre el 22 de diciembre del 2015 y el 30 de septiembre del 2016; es decir, en un plazo de 10 meses. Los zacatecanos se quedaron con 64 por ciento del monto que amparan los 10 contratos más caros que otorgó la Dirección de Obras de la Delegación a cargo en ese entonces por el también zacatecano Humberto Chavarría Echartea.
Curioso resulta que en ese tiempo, Ricardo en una muestra de mediatez propagandística, tras su llegada a la Cuauhtémoc, Monreal acusó a la administración perredista de Alejandro Fernández Ramírez de haber dejado a la delegación con las arcas vacías y las oficinas saqueadas: sin mobiliario, computadoras ni teléfonos. Sin embargo, en diciembre de 2015, apenas tres meses después de que tomara posesión, Monreal contrató a dos amigos de su hija Catalina para proveer a la delegación justamente del tipo de material que acusó a la anterior administración de haber saqueado.
Pero además de que la hija de Monreal es socia de Multiservicio La Plata, un consorcio que aglutina a siete estaciones de servicio ubicadas en la capital zacatecana y Guadalupe y el cual fue fundado hace 11 años por los empresarios José Guadalupe Bañuelos Robles y Humberto Godoy Castañeda, dueños del Grupo Constructor Plata, uno de los principales contratistas de los gobiernos de Zacatecas mientras el PRD gobernó en la entidad, es decir, cuando Ricardo estaba., los cochupos no quedan solamente entre amigos, el esposo de la misma Catalina, Sergio Alejandro Garfias Delgado (actual regidor de la capital zacatecana), participó en otros gobiernos y estatales. en 2017, por medio de correos electrónicos y en redes sociales, se filtró una serie de pagos a actores políticos, empresarios y ex ediles que presuntamente cobraron en la administración estatal de Oaxaca, la mayoría heredados por la administración de Gabino Cué Monteagudo, entre los que se encontraba Garfias, identificado con la dirigencia nacional de Morena y cuñado de Ricardo Monreal, quien es señalado de nepotismo, con un sueldo de 51 mil 887 pesos.
Garfias Delgado y Monreal Pérez pertenecen a una generación de jóvenes a los que unifican sus gustos por el futbol y los antros, sobre todo pero principalmente por estar emparentados con algunas de las familias que han dominado la política y los negocios en Zacatecas en las últimas tres décadas.
Estas son algunas de las exhibiciones que ha sufrido la casta menor de Ricardo y que ahora, bajo la entusiasta voracidad y amparados por un discurso anticorrupción que emana del propio AMLO, buscan la dirigencia estatal del partido, e inclusive, se han atrevido a “filtrar” que el sucesor a la presidencia del ayuntamiento capitalino sería para Garfias. No solamente ambos personajes tienen poco tiempo viviendo en Zacatecas, sino que no conocen de fondo las entrañas del partido ni su formación local.
Comentarios de algunos consejeros o aspirantes a, me han comentado que Catalina acompañada de otros personajes que son nada menos y nada más que excandidatos del Verde a la capital, así como subdelegados, visitan frecuentemente municipios para ir planchando la votación de quienes decidirán en asamblea la nueva dirigencia. Sin embargo, resultaría curioso que una familiar de David y de todos aquellos infiltrados y arribistas con parentesco familiar, pudiera ser la insignia legal para candidaturas venideras. La estrategia para ese tiempo, sería retirar a Catalina durante algún tiempo y colocar a un sustituto para el proceso legal – electoral.
Sin duda, la marca pretende no solamente engolosinarse con cargos públicos, sino utilizar las prerrogativas del partido a su favor, y quien sabe, hasta vender parte de la estructura en acuerdo con otras fuerzas partidistas, como lo hacen comúnmente.