Por Andrés Vera Díaz
A pesar de un grupo de cenecistas y antorchistas que se apersonaron en el evento para arengar porras al Gobernador, no se pudo contrarrestar la inercia de la elección pasada.
Alejandro Tello recibió al Presidente Andrés Manuel López Obrador en el aeropuerto ante una multitud que daba muestras de afecto al mandatario nacional, integradas protestas por la construcción de la presa Milpillas. Recibimiento al que no se sumó Cristina Rodríguez, quién si fue el fin de semana con integrantes de la Federación de Clubes Zacatecanos de Fort Worth, Texas acompañando al marido.
Luego de la ya tradicional comida en un sitio, se trasladaron al domo de la Fenaza, donde los esperaban unas 5 mil personas, entre productores agrícolas y “Narristas” que en un principio fueron rebotados por los organizadores (léase Verónica Díaz y compañía). Obviamente el Senador debía hacer presencia de algún modo ya que no se apersonó al acto por compromisos en la Cámara Alta, y es que la competencia contra David Monreal debe ser una prioridad en los próximos dos años. Por cierto que el coordinador de ganadería nada tenía que hacer en el estrado, el evento fue para anunciar los precios de garantía para agricultores. Acto oficial en horario laboral al que no correspondía el nombramiento del sectario político.
Tello sabía que se repetiría probablemente la historia de otros gobernadores en días anteriores, como el caso de Omar Fayad en diciembre, cuando recibió abucheos en Hidalgo durante la presentación del programa “Universidades para el Bienestar”. Luego, el 11 de enero el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, fue abucheado y obligado a suspender su discurso durante el acto oficial en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el programa Pensión Discapacidad, en este lugar considerado como “el corazón de la montaña guerrerense”, pero debía asistir como Jefe del Ejecutivo, y a pesar de que no fue considerado en las formas protocolarias cuando se anunció la visita de AMLO a la entidad.
Así, Alejandro Tello Cristerna se sumó a la lista de gobernadores priistas que han sido abucheados y reprobados durante las giras de trabajo del Presidente.. De igual forma, tuvo que suspender un discurso de 5 minutos durante 3 ocasiones, con el rostro desencajado, rojo y nervioso.
Una vez que el gobernador se colocó detrás del micrófono, un grupo de personas comenzó a abuchearlo y pedirle que se retirara al grito de “¡fuera, fuera, fuera! Sin embargo, los simpatizantes del Tello Cristerna respondieron con gritos de apoyo. Tello Cristerna dio la bienvenida al Presidente, pero también le exigió mejor trato para el estado.
Mientras la voz de la maestra de ceremonia pedía respeto a la gente y dejar que el mandatario prosiguiera con su discurso. AMLO, por medio de señas, pedía a la gente contenerse y escuchar las palabras del orador.
“Le pido respetuosamente se establezca la mesa en la Secretaría de Hacienda para, juntos, buscar una solución a nuestro niños Zacatecanos”, dijo Tello Cristerna al exigir mejores condiciones educativas y trato a los profesores. Tello fue interrumpido nuevamente al reclamar la situación de inseguridad que se vive en el estado, por lo que pidió no desatender al estado.
A diferencia de la semana pasada, en esta ocasión, AMLO no salió al rescate del gobernador, tal y como lo hizo en Guerrero con Héctor Astudillo, quien también recibió los reclamos de la población de Tlalpa; fue un escueto, “la campaña ya quedó atrás”, luego de 20 minutos de discurso del Presidente.
Lo anterior sin duda, es una muestra del hartazgo social a las siglas en particular. Tello, que es reconocido incluso por algunos personajes de oposición en el estado como un hombre honesto y sencillo, recibió la expresión popular no por su propia figura, sino por cargar en la espalda, la historia de décadas de corrupción y un sexenio presidencial funesto, terrible.
Lección para el mandatario estatal, quien a pesar de sus propias características, no ha sabido aterrizarlas en su gobierno, sino dejar a la deriva la debilidad institucional y el libre albedrío en muchos personajes de su gabinete. Parece que solo algunos como Jorge Miranda y Eduardo Yarto han asumido más el papel de institucionalidad. Otros con nivel más bajo de igual manera, pero los contamos con los dedos de una mano.
AMLO en su papel de jefe de la moralidad nacional, replicó un discurso casi impecable, mandando mensajes claros a la UAZ y a los propios opositores a la presa Milpillas, arreglando el segundo asunto con la herramienta de la consulta. Tello se veía nervioso pero no ha replicado hasta el momento nada. La opacidad del Presidente se vio mermada por el llamado a respetar los 10 mandamientos, dejando a un lado la separación de Estado e Iglesia consagrada en la propia constitución, incurriendo en una contradicción tanto ética como legal.
Bueno, hay que entender que la elección quedó atrás, y aunque el propio Gobernador publicara en Twitter: Zacatecas es sede de #SEGALMEX y aquí se establecerán los precios de garantía a productos del campo. @gobiernozac le extiende la mano Presidente @lopezobrador_ para cumplirle juntos a la gente, porque el trabajo todo lo vence y eso vale más que cualquier agravio o insulto, hay dos verdades a medias. Si el trabajo todo lo vence, ¿Qué problemas fundamentales en Zacatecas se han vencido?. En efecto, esto vale más que cualquier insulto, pero, ¿no es mayor el insulto a dejar la entidad en un estado contínuo de inseguridad, pobreza y débil infraestructura?. El apoyo social se gana a pulso. Hacer las cosas DIFERENTES darán resultados DIFERENTES.
A manera de cierre, AMLO anunció un instituto de evaluación para alcaldes, diputados, gobernadores y al propio Presidente. Curioso que estuviera el alcalde de Guadalupe, Omar Carrera, Héctor Menchaca y Mónica Borrego en el evento. Algunos aplaudieron nerviosos, otros simplemente rieron de forma cínica.