Por Andrés Vera Díaz
Con la palabra libertad mal escrita en una moneda onza troy de plata, los diputados de Zacatecas, conmemoraron el Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En una de las caras quedó grabada con “v” en lugar de “b” labial, la definición del derecho de las personas para elegir de manera responsable la forma de actuar en la sociedad.
Aunque la pifia, resalta en el contexto de una ciudad llamada “cultural”, no deja de ser una baratija informativa ya que el error, puede ser subsanado. Recabar las monedas entregadas, fundirlas y volverlas a fabricar, así de sencillo puede resultar.
Los 260 mil pesos destinados para su elaboración finalmente no tendrían un destino funesto si el resarcimiento del desacierto se realiza. En todo caso, lo cuestionable es porqué se omitió informar a la comisión organizadora que no se inspeccionó el diseño final para que se acuñaran las medallas conmemorativas.
Lo irónico del asunto, es que la diputada que exhibió el caso, de extracción priista, le otorgue una relevancia mediática al asunto para desviar la atención de la nómina secreta que diera a conocer Soledad Luévano. Según esos datos, funcionarios de primer nivel habrían recibido hasta 333 mil pesos en “compensaciones” en tan sólo un mes, más que lo necesario para acuñar no monedas, sino pequeñas fortunas. Lo repudiable en el caso, es que Isadora Santivañez, expresó textualmente que “el dinero se desperdició”, pero a ella no le importa negarle subir el sueldo a una asistente que sólo le pidió un aumento de 1400 pesos mensuales porque “tengo muchos gastos”, según contestara la legisladora a la empleada que finalmente renunció. Isadora como los demás gana 385 mil mensuales y fue tanta su avaricia, que negó incrementarle el salario a una persona que ganaba 5 mil pesos por mes, bajo jornadas extenuantes, así las cosas.
Santivañez se ha destacado por posicionamientos a ultranza defendiendo la corrupción de su grupo político “alonsista”, la mayoría de las veces con el silencio y otras, con pérfidas intenciones como de colocar con letras doradas en el pleno del Congreso “Medios de comunicación”, cuando jamás se ha pronunciado a favor de los derechos del gremio.
Su padrino, Miguel Alonso, ha dejado un desfalco de 3,800 millones de pesos reconocido por la propia Auditoría Superior de la Federación, un aumento en la deuda pública de 2 mil, a 8, 400 millones. El amasamiento de una fortuna que le dejó propiedades en por lo menos 6 municipios, una de éstas con lago propio. El salario de Alonso en 15 años, no le hubiera alcanzado para comprar ni siquiera el predio en donde se ubica la mansión. La corrupción en la obra pública del sexenio alonsista, en el que el cobro de diezmos era un secreto a voces, así como el arribo de más grupos delictivos, no es causa suficiente para que Santivañez alce la voz, su preocupación es un error ortográfico en una moneda que puede ser subsanado.
La responsable de la comisión de los festejos, Geovanna Bañuelos en la sesión donde se tocó el caso admitió su responsabilidad y la disposición para corregir la pifia. Isadora Santivañez, ¿que podrá alegar ante la obviedad de un estado colmado por la “corrupción”, el nepotismo, derroche de recursos, funcionarios improvisados y un desastre nacional causado en gran parte por el robo e impunidad de gobernadores priistas y un presidente de la República inepto?. Isadora fue una de las asistentes en la reunión privada de Alonso con diputados del tricolor en Zacatecas para marcar su propia ruta electoral. ¿Qué tendrá más peso, una moneda que puede ser corregida o los millones que se llevó el peor gobernador en la historia de Zacatecas?. La ironía abunda.
¿Quiere LIBERTAD diputada Isadora?. Deje de ser un peón en el gran sistema corrupto que encabeza su partido.