Por Ricardo Arteaga
Zacatecas, capital del Estado, es un municipio que hasta el 2015 contaba con 146 mil, 147 habitantes, el informe de pobreza y evaluación en el Estado de Zacatecas, elaborado por el CONEVAL en el 2012, arrojó que en el municipio entre el 55 y 75% de la población se encontraba en situación de pobreza, hablamos de entre 73 mil y 109 mil personas en dicha situación si el estudio hubiese sido realizado en el 2015, convirtiéndose la ésta en el principal problema al que se enfrenta el municipio.
Los altos sueldos de los funcionarios están muy por encima del salario de un trabajador promedio, mientras que el presidente municipal recibe un salario de $77,255.02 mensuales, una persona que labora en el campo gana en promedio $7200 al mes, la gran desigualdad económica que existe entre un representante popular y un representado, es un indicador de la crisis política por la que atravesamos, resalta la ignorancia y la falta de solidaridad que tienen sobre la situación en la que se encuentra la población.
Al mismo tiempo, la falta de visión a largo plazo, ha generado que las administraciones se enfoquen únicamente a salir bien librados sus 3 años, al finalizar no les preocupa lo que dejan para el sucesor, dejan vacías y endeudadas las arcas, sin dejar proyecto alguno que pueda beneficiar a la población a futuro, es así que la entrega de despensas, cobijas y demás objetos se vuelven una práctica que no elimina el problema de fondo.
La aplicación de una verdadera austeridad y el destino de dichos recursos para políticas públicas que impulsen la economía del municipio pudo haber sido la vía para mejorar la calidad de vida de una colectividad que se encuentra abandonada.
El presupuesto de ingresos para el ejercicio fiscal 2017 es de $ 526, 134, 221.34. De los cuales se destinan $2,888,868.00 para el pago de bonos para funcionaros, más de lo que se destina para el desarrollo económico de la entidad ($2, 246, 919.83), siguen velando por que le vaya mejor a los representantes que a los representados.
De dicho presupuesto pueden modificarse diversas partidas y destinarse a diversos programas que detonen la economía del municipio, debemos de ver más allá del turismo, fomentar la creación de empresas locales que a largo plazo generen empleos para los zacatecanos, el rescate del campo, programas de becas alimenticias para niños de escasos recursos, entre otros.
Se debe implementar un plan de desarrollo municipal a largo plazo que, sin importar el partido político que gobierne, se base en la elaboración y aplicación de políticas públicas que beneficien a la población sin abandonar los principios que en él se establezcan.
Mientras sigamos pensando y planeando únicamente para los 3 años o 6 que ahora puedan durar las administraciones, seguiremos viviendo en un municipio pobre con funcionarios ricos.