Por Libertópolis
* Colaborador desde y para la política.* Libertópolis no proviene de ningún medio de comunicación ni es periodista, tampoco pretende serlo, es colaborador desde y para la política
El pasado 31 de enero, los sindicatos mineros mantuvieron un bloqueo de 10 horas la autopista Zacatecas-Fresnillo por ambos sentidos de circulación, provocando afectaciones económicas muy importantes.
No sólo las personas que se trasladaban a sus trabajos, citas médicas, instituciones educativas y otras actividades, sino que se afectaron plantas productivas que no tuvieron insumos a tiempo, reportando pérdidas en empresas de Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro principalmente.
Pero, ¿a que obedece la actitud beligerante y radical de los trabajadores mineros? Se debe a la publicación del decreto gubernamental que impone un impuesto ecológico a las mineras.
Aunque dicho impuesto fue aprobado por la legislatura del Estado, fue pensado por el Secretario de Finanzas, en su despacho, por tratar de resolver la profunda crisis financiera que tiene Zacatecas y que le impide hacer frente a compromisos regulares como el pago de nómina de maestros y tapar baches.
Los argumentos del gobierno son débiles al sostener dicho impuesto (aclarando que el que escribe no defiende a las mineras) pues la base del cálculo del impuesto es contra utilidades, y en eso precisamente radica la molestia de los trabajadores.
En el mes de mayo de cada año, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, las empresas tienen obligación de hacer un reparto de utilidades, que consiste en distribuir entre los trabajadores un 10 % de las ganancias netas reportadas en estados financieros del ejercicio anterior.
Si a estas ganancias les restan el cargo del impuesto ecológico, bajará el monto de ganancia neta de la empresa y por lo tanto el monto de utilidades a distribuir entre los trabajadores.
El error de cálculo político del gobierno, ha obligado a anunciar que el 10 % de la recaudación del impuesto ecológico será regresado a las empresas para no afectar las utilidades de los empleados, sin embargo no hay claridad en el procedimiento y se aprecia que con esta medida se afectaría el 90 % del total del monto calculado. Es decir la afectación sigue un 10 % menos.
Por lo pronto la falta de oficio político, el equipo de negociadores neófitos y la impertinencia en las declaraciones del propio gobernador, ha provocado un desafío frontal de fuerzas trabajadoras con la fuerza gubernamental que tiene en una verdadera crisis al Estado.
La toma de la autopista y la amenaza de continuar con esas acciones por parte del sindicato minero ha puesto los focos rojos en Palacio de Gobierno, que no se sabe donde terminará. Podría ser inminente la derogación del impuesto y renunciar a más de 1000 millones de pesos en ingresos o cualquier otra medida que recaiga en eso precisamente, menos recaudación.
No se puede tener todo en la vida, dijo un pensador que para tener independencia política hay que buscar la independencia económica, ya que estas se encuentran inter relacionadas. Definitivamente es el peor momento del gobierno para buscar salir del hoyo financiero.
Los mineros han hecho manita de puerco al gobierno y evidenciado que Tello no actúa para nada diferente a sus predecesores. Vamos a ver de que está hecho el mandatario y como actúa en los siguientes pasos. Por lo pronto Miguel Alonso sigue comiendo nueces de la india en las oficinas de FONATUR, aventó la papá caliente.