Por Andrés Vera Díaz
Los cierres de campaña están a la orden del día. A pesar de que se destacó en las propuestas, que muy pocas fueron con una visión estadista y con promesas irreales o sin congruencia como mil millones para becas cuando el gobierno actual ni siquiera paga las que tiene comprometidas, o 25 mil empleos en un sólo año, la realidad es que por otros frentes, existe la oportunidad histórica de trascender en una línea clara de pragmatismo, no discursiva, sino en los hechos.
En varios distritos, la lucha por el triunfo permanece abierta, y es que son tan apretadas las expectativas de victoria, que las estrategias se concentran en desprestigiar al contrincante más que en el convencimiento de sí hacia el electorado.
Por ejemplo, en Guadalupe la lucha entre PRI y Morena tiene tres frentes, los Distritos 3 y 4, así como la alcaldía. Aunque sólo Samuel Herrera tiene un origen de izquierda «real» ente los integrantes del nuevo partido, Priscila Benitez posee la pertinencia para posicionarse como una política de altura y dejar el pasado guardado en la cápsula del tiempo.
Con propuestas viables, Benitez quien al principio fue repudiada por los propios morenos, ahora se ha entregado a defender principios que antes eran inexistentes por antonomasia, por ortodoxia y cerrazón tricolor. Debe entender que no es un cheque en blanco el hecho que la militancia y la ciudadanía la respalde otorgándole confianza. La línea de los hechos debe ir en concordancia con el discurso. La coyuntura le regala circunstancias de redención. Lo mismo para Clemente Velázquez,
Un poco más al este, en el distrito capitalino y anexos, aunque es muy discutible que una comunicadora como Renata Ávila contienda por un cargo bajo una sigla -aunque la justifiquen como ciudadana- , dejó en claro en el debate que es una mujer preparada, que podría dar dividendos como legisladora, la refinación del ego y de la ingenuidad es su debilidad, pero la sorpresa quedó latente cuando se enfrentó a los demás aspirantes, quienes poca o nula idea del trabajo legislativo tienen.
La capital se ha vuelto una maraña cercana a las candidaturas a Gobernador, por el simple hecho natural de la estratificación en importancia de la elección. Guadalupe Medina ante la desesperación, evidente por cierto, cambió su estrategia a la denostación pero no la capitalizó, no es su estilo, es el de su marido, pero ahora por fin supieron los Medina, que las campañas no es glamour y son más difíciles de llevar que declaraciones mediáticas en una curul. Gracias por participar, pero ante la arremetida de Verver, se dio cuenta la panista de doble moral, que con limitados recursos, poco tiempo y trabajo de base, hay posibilidades de triunfo, el problema es que se dio cuenta muy tarde.
En estratos más altos, los candidatos a Gobernador mostraron su fortaleza. David, más cercano a la gente y con el control de una soberbia que ya daba problemas al interior de Morena, logró conjuntar, a pesar de malas sumas, a organizaciones, sectores, candidatos y partidos con importancia mayúscula (hecho que no lograron los demás). Por otro lado, Rafael Flores no sólo no avanzó, sino que radicalmente cambió de postura, de la propuesta inteligente, a la diatriba y el arremetimiento fugaz. Tanta fue la incapacidad de su equipo, que inclusive ni a eventos lo han acompañado por tener otros compromisos o dolores estomacales. Político interesante, pero el tiempo no es que no llegara, no se supo manejar. Sin duda lo espera un futuro prominente. Ahora Tello, con el equipo de comunicación más eficaz, aunque con un discurso apagado, sin forma y confortado por las estructuras duras del PRI, no sólo se le ve alejado de la base popular social, sino enojado por exhibiciones que «resultan falsas» según dijera, pero respondiendo a las mismas en 10 minutos por video, haciendo caso omiso de retos para que abra sus propiedades, contradictoriamente pues. La transparencia es palpable aunque por definición física pareciera que no, pero los vidrios se pueden tocar candidato. No dudo sea un buen muchacho, pero un sano entre leprosos, aunque se cubra de antibióticos similares, se contagia irremediablemente y eso, no se oculta con vendas. Para que quede constancia de mencionar a Magdalena Núñez, buena mujer pero descanchada políticamente, la secretaría de administración le hubiera sentado bien, creo de más, con 4 puntos de preferencia, le ofrecieron una posición inmejorable, pero la necedad de ir sola, obedece no a una fiel ilación, sino al apoyo a otros proyectos.
Se aproximan las elecciones y pese a la encuestitis, la percepción generalizada es obvia. Pregunta a tu vecino, taxista, chofer de ruta, vendedor de gadgets, elotero, policía y burócrata que opinan del actual gobierno. Sin embargo esto no garantiza un voto en contra del PRI. La idea de que llegue quien llegue todo seguirá igual aún permea muchas cabezas con credencial de elector. Por eso quien llegue, tiene la oportunidad histórica de cambiar las cosas, sino, los veremos dentro de año y medio en otros partidos publicando las mismas ideas sin sentido, pero afirmando «estas son las buenas».